Somos Charo y Kike. Nos gusta dedicar el tiempo libre a conocer otros lugares. Nuevos paisajes, nuevo patrimonio artístico y natural, nuevas costumbres...


Zamora está plagada de lugares maravillosos a los que puedes acudir un sábado o un domingo por la mañana, pasar allí un día maravilloso y regresar a casa a cenar. También puedes alojarte en multitud de lugares interesantes y de muy variados precios para prolongar tu visita.


Pasear por la rivera de Gamones entre las flores de primavera. Hacerte unas fotos en Peñaredonda. Navegar en piragua por debajo del viaducto de Palacios. Sorprenderte con la arquitectura de Santa Cruz de los Cuérragos. Merendar a la orilla del Tera. Contemplar vestigios prerromanos, romanos, visigodos, árabes, románicos por supuesto y también modernismo.


Nos apetece movernos en nuestro entorno natural (envidiable) y arquitectónico, arqueológico, ver nuestros museos, nuestras fiestas y costumbres, pero verlo sin gastar mucho dinero. Nuestro coche siempre transporta mesa y sillas de campo y casi siempre nos acompaña la nevera azul. En ella ricos manjares nativos (tortilla, chorizo, croquetas...) nos acompañan a los "restaurantes" más sofisticados que la provincia de Zamora nos ofrece por doquier: un castro vetón, un acantilado volado por los buitres, un prado sembrado de flores, una plataforma extractora de agua... son comedores de lujo que hemos podido disfrutar durante años, y son gratis.


Si fuéramos ricos seguramente haríamos turismo de otras maneras, pero como no lo somos lo hacemos con pocos medios: los ojos bien abiertos, la mente de par en par, no dejar ni rastro de nosotros mismos (nos hacemos cargo de nuestra propia basura siempre, aunque haya papeleras), llevarnos sólo fotografías y recuerdos, y una buena merienda.

jueves, 12 de septiembre de 2013

LA NOCHE MÁGICA DE LAS VELAS




   La Asociación Zamorana de Amigos de la Ópera (AZAO) organizó un concierto lírico en el átrio del seminario San Atilano el sábado pasado.

   Con ayuda del Ayuntamiento y del Seminario se programó ópera y zarzuela para cuatro cantantes: 

- la magnífica soprano zamorana Conchi Moyano que siempre colabora con nuestra asociación;
- la mezzosoprano Belén Elvira, la canaria que canta como tal, pero en un tono más bajo...;
- Sergi Giménez Carreras, sobrino del gran tenor y consagrado cantante con el mismo oficio que el tío, y
- nuestro Luis Santana, barítono de pro y Presidente de la Asociación (AZAO) que tantas satisfacciones nos ha dado a la afición zamorana; 

y un pianista:
- Juan Antonio Álvarez Parejo, especializado en esta música de acompañamiento, tan difícil, que ha tocado para las y los mejores.


   Como podéis observar el programa es del gusto general. Hay de todo. Lo que más suena. El gozo estaba asegurado.

 

   Al asomarnos desde el claustro al atrio del seminario nos sorprendió la magnitud del aforo. Había multitud de sillas perfectamente ordenadas. Claro que las colas en la calle eran importantes.
Los asociados, con nuestra invitación, no teníamos que hacer cola. La cosa comenzaba bien. Además, ya en el patio de butacas me agradó el detalle que tuvieron con los asociados: las primeras filas estaban reservadas para los miembros de  la Asociación Zamorana de Amigos de la Ópera (AZAO), ¡que para eso pagamos!. 

   La siguiente sonrisa nos brotó cuando caímos en la cuenta de los cientos de velas encendidas que adornaban los ventanales del claustro, perfectamente alineadas y encendidas. ¡Cuántas molestias se han tomado mis compañeras de la directiva para engalanar el improvisado auditorio! Gracias. Nosotros traíamos las nuestras.

   Entre bambalinas observábamos, mientras esperábamos el comienzo, algunos vestidos de grandes vuelos y brillos. Eran los músicos que intercambiaban los últimos comentarios relativos al espectáculo, supongo.

   También pudimos ver caer, esta vez con desagrado, las primeras gotas de lluvia contra los focos de iluminación... y comenzaron a abrirse los paraguas. No se desanimó el público. Los que no habían traído paraguas soportaron el suave chaparrón como valientes (así podíamos ver al presidente del Nazareno con su acompañante).

   Los encargados del piano raudos taparon con tres fundas el carísimo (caro y querido) instrumento.

   Los organizadores, creo yo, estarían dilucidando con los cantantes si salir o no salir, si suspender o no suspender.

 

   Debieron decidir esto último porque se presentó el cuarteto en el escenario y tras ellos el pianista, decididos a actuar. Los encargados del piano levantaron la primera tapa y con una manta que cubría a piano y a pianista comenzó el espectáculo. Entre paraguas entreveíamos a los cantantes desarrollar una pieza que para ellos debía ser la última, pues no tenía sentido continuar la gala en aquellas condiciones, ni para los artistas ni para el público. 



   Ante la gran ovación que obtuvo el cuarteto se animaron Santana y Carreras con un dúo recibido con gran algarabía. A estas alturas estaba dejando de llover. Los paraguas comenzaron a cerrarse como por contagio hasta no quedar ni uno abierto. Muchas velas se habían apagado pero para compensarlo encendimos las que traíamos de casa. La verdad es que luchamos contra el viento toda la noche para mantenerlas encendidas.

   El programa se cantó completo con gran regocijo de los asistentes que aplaudimos a rabiar a tan generosos artistas y  a tan esforzada organización. Por supuesto, hubo propinas.

   Un gran concierto que nos hizo pasar una noche apasionante. 

   ¡Qué grande es la ópera!

domingo, 1 de septiembre de 2013

El Torno, Cáceres: monumento a los olvidados de la guerra civil y la dictadura.

El 30 de agosto se ha celebrado el día internacional de los desaparecidos. Es un día de recordar horrores. Es preciso recordar para que no vuelva a ocurrir. También es un día para reivindicar que reaparezcan todos ellos, las personas o sus huesos. En España hay miles de ellos aún tirados en las cunetas y barrancos. Los mataron como a perros indefensos y no tuvieron el valor de entregar los cadáveres a sus familias. Asesinos y cobardes, a pesar de tener todo el poder  jurídico y de las armas.

Representación de una madre e hijo,
víctimas de 
desaparición forzada
en un mural conmemorativo en Argentina.
En España está la ofensa prácticamente sin compensar. Porque todavía no se habla en las escuelas y en los institutos de la rebelión franquista fascista, porque no se habla de la represión cruel y debastadora, porque no se ha explicado qué era "dar el paseo", no se ha explicado porqué se rapaba a algunas mujeres, porqué durante décadas tuvo que esconderse mucha gente y simular en la calle lo que no eran, de la dictadura, de la ignorancia, del miedo, de la corrupción... 


Está pendiente la reparación de los muertos, de las viudas, de los que nunca volvieron, de los datos y los hechos. El Gobierno de Zapatero dio un paso tímido con la ley de la Memoria histórica. Hay que hacer que se cumpla so pena. Además, hay que cambiarla para que sea un gobierno el que repare la represión que realizó otro gobierno.

Homenaje a los desaparecisos en la guerra civil española - El Torno - Cáceres.
Este 30 de agosto me hizo recordar la excursión que hicimos por los valles del Ambroz, Jerte y Tietar en primavera. Yendo hacia el sur por la Vía de la Plata nos desviamos hacia Yuste sin necesidad de llegar a Plasencia. Decidimos llegar al valle del Jerte saltando las montañas y lo hicimos por un paso llamado El Torno.

En este pueblecito nos encontramos con un mirador dominante sobre el valle de las cerezas adornado con un monumento que nos causó gran impresión. El impacto procedía tanto del lugar en que está situado (la montaña que señorea al valle y al río) como del tamaño del monumento (cuatro estatuas de gran tamaño y ejecución sugerente) como de la colocación de las figuras (sobre grandes rocas colgadas del cantil).

Deben de ser las almas, o las mentes, o las memorias de las personas robadas a la vida por los viles fascistas. Están exiliadas del mundo y de la vida. Están a la espera de que abran su cuneta y puedan finalmente reencontrarse con los huesos y recostarse con ellos para el definitivo reposo.


Es un monumento cargado de dramatismo y belleza. No os lo perdáis.

sábado, 24 de agosto de 2013

Jarandilla de la Vera, Yuste y Carlos V.

Jarandilla de la Vera.



Antes de visitar Jarandilla y el monasterio de Yuste nos aseguramos de reponer fuerzas. El lugar, con sólo su contemplación, nos hubiera aportado las calorías necesarias, pero aún así comimos los suculentos manjares que llevabamos.


Garganta en Jarandilla
Después registramos en nuestra agenda de tareas pendientes la piscina natural a la que en otro momento volveremos a calmar el calor.
Piscina natural.
Jarandilla está presidida por el poderoso castillo de los condes de Oropesa, actualmente parador de turismo. Nuestra visita coincidió con un mercadillo medieval montado bajo sus murallas. Del otro lado el gran parque con estanque y al fondo, a lo lejos, las montañas nevadas que nos permiten comprender porqué hay agua y fuentes por todas partes.
Castillo palacio de los condes de Oropesa, amigos de Carlos V. Jarandilla de la Vera. Cáceres


Claustro del palacio de los condes de Oropesa. Jarandilla de la Vera.

El claustro del castillo palacio, que alojó a Carlos V, mientras construían sus alojamientos en el monasterio de Yuste, es agradable lugar para tomarse un café con una tranquila conversación, o no tan tranquila. 

Desde este lugar el César marchó a Yuste, al lado de Cuacos de la Vera, con su reducida y austera corte, con su dolorido cuerpo lacerado por la gota y una tremenda vida de dirigente de dirigentes, de militar, de científico y estudioso de lo oculto, de arrepentido y de delirante religiosidad; razones todas ellas que le llevaron a abdicar en su hijo Felipe II tres años antes de su muerte. 

Homenaje a Carlos I de España y V de Alemania, en Cuacos.

Claustro del monasterio de Yuste.

Entre aquellas humildes, monásticas paredes murió rodeado de sus cuadros llenos de detalles esotéricos que buscaban allanar el camino de la eternidad, como “La gloria” de Tiziano, en la que el emperador, el rey de reyes, el césar, se contemplaba a sí mismo ante la santísima trinidad, próximo a alcanzar la gloria, tan humilde con su familia ante dios, el hombre que dominó al mundo entero. 
"La Gloria" Tiziano.
Allí mismo, bajo aquellas adustas habitaciones construyeron su cripta, con salida al claustro para facilitar las visitas a la sepultura. El sepulcro, como todo el palacete, estaba pensado por el propio Carlos V. 

Vivienda de Carlos V. Modesto edificio adosado a la iglesia.

Terraza de la vivienda del emperador.

Jardines de la vivienda de Carlos V.

El sencillo lugar de su última morada en la tierra estaba debajo del altar mayor de la iglesia del convento. Justo medio cuerpo debía quedar bajo el altar y otro medio, las piernas, fuera. Era tan supersticioso como todos los hombres del momento. 
Pero su hijo Felipe no le dejó descansar allí, se llevó el cuerpo incorrupto junto con el cuadro de “La Gloria” al recién terminado Escorial, al panteón de reyes.
Tres años sacrificó de su reinado para cultivar su último tránsito: su propia muerte y resurrección. Cuentan que hizo a su corte, unas 50 personas de su servicio personal, representar las exequias, participando el propio Carlos en las mismas como protagonista, haciendo el papel del muerto. Tan grande era su obsesión por la salvación, ¿tan grandes creía sus pecados?

A un par de kilómetros de Yuste, por la carretera de Cuacos, te encuentras con una cosa extraña, esotérica, morbosa, política y digna de verse: el cementerio de solados alemanes caídos en nuestra maldita guerra civil.

Entrada del cementerio alemán.
La embajada alemana eligió este lugar para reunión a todos los saldados alemanes dispersos por los cementerios españoles. ¿Cuál es el mensaje, si es que lo hay, y seguro que lo hay? A mi me dice lo siguiente: "Aquí ponemos los restos de los soldados alemanes que murieron por su ideal fascista en España al lado del emperador Carlos V de Alemania, el germano más poderoso del mundo, el alemán que conquistó un imperio tan grande que en sus dominios no se ponía el sol".

Orden asalvajado o selva ordenada.

Yo contestaría al embajador: "Sí, vuestro Carlos conquistó el mundo, pero con soldados españoles. Cuando Hitler lo intentó de nuevo pero con soldados alemanes, fracasó". Chorradas aparte merece la pena la visita. El lugar es fresco y agradable, salvaje y ordenado a la vez, o sea, hispanogermano.


P.D.: Yuste es un monumento insustituible por su importancia histórica... pero yo siempre llevo conmigo otro monumento:
Carlos V cambió la historia del mundo. Ella cambió la mía.



martes, 18 de junio de 2013

Plasencia - Comarca cacereña de la Vera

En Plasencia, algunos no parecen tener mucho interés por el turismo. Posiblemente el obispo no persiga estimular el funcionamiento del sector servicios.

Lo digo porque en el mes de mayo, durante el fin de semana, el domingo hay tres misas en la catedral nueva, lo que, y no comprendo porqué, conlleva que no se abra la catedral vieja. No pudimos ver la catedral un domingo.



Afortunadamente pudimos visitar algunas iglesias que se abrían para los oficios. Visitamos también la iglesia que aloja el museo de semana santa. Nos llamó la atención el cristo muerto, tallado en corcho. Aunque no hay muchos pasos de calidad artística es admirable la presentación y el interés por mostrar su semana santa, expuesta con mucho cariño, contrastando con la apatía del cabildo. Pasamos un buen rato allí observando la semana santa placentina y charlando con la servicial taquillera.

También pasamos un buen rato en el claustro del convento de Santo Domingo, hoy Parador nacional de turismo, en el que tomamos un café bajo la famosa escalera al aire del S. XVI y dimos una cabezada en los sillones.


La muralla y el centro de interpretación nos presentaron otra perspectiva de la ciudad, la ciudad medieval amurallada.

Nos llamó la atención que el casco antiguo estuviera tan tranquilo un domingo. La plaza mayor tenía muy poca actividad. Nuestras dudas se despejaron cuando visitamos la ermita de Nuestra señora del puerto. Toda Plasencia estaba paseando por allí. El entorno de la ermita tiene unas vistas estupendas de la llanura dónde confluyen el Jerte y el Ambroz.

Aunque con la iglesia topáramos, pasamos un buen día en esta bonita ciudad de Plasencia. La única zona que no conocimos fue la del río. Aunque comimos al amor de los árboles, en la orilla, no tuvimos tiempo de internarnos en el gran parque fluvial del maravilloso Jerte.